Apéndice II de la Clase 3

¿Qué papel cumplen ilustradores y diseñadores al interior de tu comunidad? ¿Describen? ¿Observan y ejecutan? ¿Interpretan? ¿Transforman?

¡Les propongo un ejercicio de reflexión a este respecto!

Elegí dos libros de dos ilustradores al azar. Al final de la página comparto sus cuentas de instagram, allí suben mucho de sus nuevos trabajos. Quizás les sea de ayuda recorrerlas a la hora de contestar la consigna n°3.

¡Vamos entonces con los libros!

Soulfies de Linnea Johansson

Dice la contratapa del libro: «Soulfies es fruto del sensible diálogo que la autora mantiene de forma constante con el mundo y se nutre, a su vez, de su fluida interacción con el público en sus redes sociales.»

Mono Saccer de Nicolás Arispe

Reseña del blog «Golosina Canibal» (fragmentos):

«…En 2009 (…)Nicolás Arispe publica un libro precioso, Mono Sacer (Casa Nova, 2009), en el que una serie de ilustraciones en blanco y negro recupera esa mirada paranoica para dar cuenta del escenario político argentino y su nueva polarización después de 2008 (que de algún modo resucitó la antigua: peronistas-gorilas; popular-antipopular; etc.). Así, el libro abre con un “Mapa/Referencias” en el que Nicolás traza la geografía de una ciudad imaginaria dividida (hay un muro, al mejor estilo San Isidro, que separa el “mundo bajoflorense” del “universo gorila”) en la que coexisten el “Polo financiero” con el “Polo industrial abandonado”; la “Escuela privada” con la “Escuela pública”; la “Cancha de golf con césped premiado” con la “Canchita de fútbol”. En este mapa ya se comienzan a mostrar las diferencias que separarán, en las siguientes ilustraciones, a los dos grupos (los gorilas y los bajoflorenses): la arquitectura y los recorridos urbanos muestran distintas formas de vida, distintos mundos laborales, distintas prácticas socio-culturales.
En la ciudad de Mono Sacer, habitan los gorilas pero también los bajoflorenses, dos clases diferenciadas: unos, animalizados, se vinculan con el ocio burgués (la pintura en “Self made man”; el descanso en la naturaleza en “Desayuno en la hierba”), el dominio de los medios de comunicación (la radio en “Señora llamando a la radio” y “Multimedios”), la historia patriótica (la estatua de prócer en “El héroe”) y las instituciones (el aula en “Esto no es una pipa”); los otros, con la cultura popular (la figura de San La Muerte en “Invocación preventiva a San La Muerte”, el disfraz y la preparación en “El carnaval”), con la comunidad (el festejo de “El banquete nupcial” y de “Los fuegos de San Juan o día de todos los muertos”) y con la familia (“Hijo y padre”; “Aniversario ancestral más allá-más acá”). Las diferencias en la caracterización de los personajes es clara: los gorilas presentan un rictus imperturbable, con la excepción de los momentos en que gritan con furia (Nicolás tiene el acierto de recrear algunas escenas típicas de nuestra vida socia-cultural en la que la ideología reaccionaria estalla: la señora-gorila que protesta con la radio y su contrapunto, los locutores-gorilas gritando en el estudio radial; los niños-gorilas que reproducen el bombardeo a Plaza de Mayo del 55’ y que disfrutan de la muerte de sus juguetes), y sus rostros son casi idénticos (y si no, miren “La marcha”, sin carteles, sin consignas, sin expresiones: la forma de diferenciarlos es a través de la vestimenta y de sus pechos). Los bajoflorenses, en cambio, presentan expresiones que van de la alegría a la tristeza (de la familia a los antepasados muertos) y, si bien comparten rasgos (las narices prominentes y los ojos pequeños), sus caras son diferenciables al igual que sus vestimentas. 

Por lo demás, a la par de la maestría (las luces y las sombras, las posturas corporales, los detalles en las escenas, la organización de los elementos) con la que Nicolás ilustra a los gorilas y los bajoflorenses, hay un rasgo en particular que me gusta en Mono Sacer: la mirada paranoica que sólo puede ver gorilas y bajoflorenses no crea desde la nada sino que toma como modelo obras maestras de la pintura y las resignifica trabajándolas desde el grotesco, cruzándolas con escenarios urbanos o suburbanos y poblándolas con nuevos personajes. De este modo, Nicolás Arispe se apropia de las pinturas de Velázquez, Brueghel y Magritte (entre otros) y sus líneas blancas y negras las actualizan y las vuelven representaciones político-sociales. La cita, en Mono Sacer, es un recurso que retoma el pasado en sus figuras y acontecimientos (el regreso de los “gorilas”; el bombardeo del 55’) pero también en sus obras de arte para iluminar el presente, para dar cuenta de una perspectiva que reordena lo visible, polarizándolo y volviéndolo grotesco…»

Actividades

  1. Teniendo en cuenta las preguntas que dan inicio a esta entrada, ¿Cómo caracterizarías los trabajos de Linnea y Arispe? ¿Por qué?
  2. Elegí dos diseñadorxs, unx que te parezca se limita a «describir» y otrx que por el contrario intente «transformar». Compartí alguno de sus trabajos.
  3. ¿Qué papel creés vos que debiera tener unx diseñadorx al interior de la sociedad? ¿Hay principios, valores que todxs lxs que ejercen la profesión debieran respetar? Argumentá la respuesta.

Enlaces de interés:

https://www.instagram.com/johansson.linnea/

https://www.instagram.com/linnearte/

https://www.instagram.com/nikolasarispe/

http://nicolasarispe.blogspot.com/

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