Apéndice I a la Clase 3

En la entrada anterior dejamos planteada la cuestión de la no neutralidad en las ciencias sociales. ¿Cómo llevar esa sentencia al diseño? ¿Qué implicaría? A continuación copio textual las «Palabras preliminares» que María Ledesma (Doctora en Diseño) nos comparte en su libro «El diseño gráfico, una voz pública (de la Comunicación visual en la era del individualismo)»:

Estos son los tiempos, en que hablar de árboles es casi un crimen, porque supone callar sobre tantas y tantas alevosías

Bertold Brecht

Reencuentro la actualidad de las palabras de Brecht en este tiempo sin límites para el horror, que tal como lo señala la Escuela de Frankfurt, llegó a uno de sus puntos máximos precisamente en el momento histórico en que escribe Brecht: el momento de los campos de extermino, suma del horror contemporáneo, aquel que ha puesto a prueba la imaginación del hombre para anticipar hasta qué límites puede llegar el Mal.

[…]

Brecht habla del costo de una elección. En pleno auge del nazismo se desplegaban tres opciones: apoyar el regimen, combatirlo… o hablar de árboles. Los intelectuales y los artistas, los políticos y los religiosos, en fin, todos las personas que tenían voz pública adoptaron una de esas tres posiciones. No más. La óptica de Brecht subraya un aspecto esencial: el que calla, el que omite, el que habla de árboles, comete casi un crimen, solo por callar.

[…] las atrocidades del Siglo no corresponden solamente a los totalitarismos o fundamentalismos de cualquier tipo, sino que se repiten en el seno de las propias sociedades democráticas, con sus propias máquinas de guerra puestas al servicio de la «salvación» de una supuesta dignidad occidental, con sus tecnologías puestas al servicio del consumo (y su contrapartida, el hambre), con sus visualidades dominantes que delinean grandiosos escenarios detrás de los cuales, los parias urbanos arrastran sus carritos de cartón. […]

Es éste por lo tanto, un tiempo en que es difícil hablar de árboles.

¿Por qué abre su libro de esta manera, con estas palabras? Justamente porque viene a colocar al diseño gráfico al interior del espacio de la comunicación contemporánea, y como una VOZ PÚBLICA. Voz que presta su decir a políticos, religiosos, empresarios, educadores; voz que circula por distintos medios: casi todo el territorio de la visualidad contemporánea tiene un lugar para el diseño gráfico. Al estar volcado hacia la sociedad, siempre está incluido en un sistema de poder, de exclusiones y permeabilidades que delimitan la acción del diseñador: «Cada vez que actúa, el diseñador toma partido», dice Ledesma.

Cierro esta entrada entonces con otro fragmento del mismo escrito que nos deslizará a la actividad pensada como cierre:

… en esta sociedad de la comunicación, de lo tecno, en la que parece que todo se pone en común, lo más exacerbado es el individualismo […] la sociedad de la comunicación hoy está centrada en la monopolización de los centros de producción y distribución de la información y en el dominio cada vez mayor de las redes satelitales e informáticas de producción de comunicaciones. Producir y distribuir comunicaciones o tecnología de las comunicaciones constituye, junto con la guerra, el centro del desarrollo contemporáneo. Este proceso, del cual el diseño es uno de sus protagonistas, dominado por la competitividad y la eficiencia global están muy lejos del humanismo que cobijó la primera noción de diseño. Pero también está muy lejos de ser su único territorio. […] es posible pensar en un diseño que ni se engañe sobre sus posibilidades revolucionarias, ni se rinda frente a las demandas del narcisismo contemporáneo, ni se obnubile detrás de los cantos de sirenas de las eficacias comunicacionales y que sin embargo, siga siendo diseño gráfico.

Referencia bibliográfica:

Ledesma, M. 2010. El diseño gráfico, una voz pública (de la comunicación visual en la era del individualismo). Buenos Aires. Wolkowicz editores.