Clase 9. Las industrias culturales

Los representantes de la Escuela de Frankfurt produjeron una teoría crítica en torno a los avances de la tecnología industrial en la sociedad capitalista. Esta sostiene un enfoque (crítico) acerca de la cultura de masas. Para estos autores, la industrialización de la cultura degrada el gusto y banaliza la cultura. El énfasis en el entretenimiento contribuye a enmascarar la realidad y los conflictos sociales, al mismo tiempo que refuerza el conformismo social y promueve una actitud pasiva en los espectadores.

Adorno y Horkheimer crean en los años 40 del siglo pasado el concepto de «industria cultural» para hacer referencia a la reproducción masiva de objetos culturales como mercancías (las industrias del cine, las discográficas, etc.).

Según estos autores, las más diversas expresiones artísticas quedan atrapadas por la lógica capitalista y los productos culturales se insertan en el mercado como los demás bienes: en los medios se venden con los mismos criterios una lata de tomate y una película.

El arte, que había sido considerado sagrado, único e irrepetible se vió afectado por los elementos característicos de la industrialización capitalista: serialización (producción en serie); estandarización del gusto (masificación); división del trabajo y consumo de masas. La cultura producida en serie ya no representa un instrumento de expresión ni de conocimiento, sino una mercancía que se incorpora a la oferta de bienes en el mercado.

Andy Warhol

Marketing y Medios 

Existe ya hace tiempo la búsqueda de generar un nuevo vínculo con la audiencia/los consumidores: la llamada “economía afectiva” que lo que pretende es entender las razones emocionales que llevan a los consumidores a comprar algo o ver determinado programa de televisión. Y claro, buscan moldear esos deseos para tener influencia en las decisiones de la población

Tradicionalmente toda la atención se centraba en la publicidad, hoy hay que pensar más allá: seguidores y fanáticos que dan publicidad gratis o llegar al extremo de hacer sucumbir un producto mediante sus quejas e interacción en red. Además las formas de publicidad se están transformando y las empresas tienen que pensar cómo sostenerse. Es en esa búsqueda que el CEO de una de las agencias publicitarias más importantes del mundo desarrolló el concepto “Lovemark” (marca de amor). Se trata de establecer una relación a largo plazo con la marca o la empresa. Un ejemplo pionero es Coca Cola: hace años que no nos vende directamente su producto sino que apela a la idea de algo que nos hace sentir mejor, que nos ofrece situaciones perfectas con familiares o con amigos, etc. 

Según los publicistas, la publicidad es una entrada directa a las emociones y las “lovemarks” son el mejor modo de generar beneficios porque conectan a la marca, las personas y las marcas e inspiran lealtad “más allá de la razón”. 

A continuación les comparto una canción de Tini Stoessel y luego una publicidad en la que actúa, con la intención de pensar los conceptos vistos, a la luz de producciones actuales:

Por último, les comparto también una breve exposición de Pablo Semán. Me interesa especialmente el tensionamiento que hace de la teoría de Adorno a partir de la industria cultural del rock en los años noventa. Dejo entonces también, a modo de ilustración, una canción del grupo La Renga:

Canción incluida en el disco «La Renga» de 1998

Actividad

Luego de la lectura y el visionado propuesto, generen una breve reflexión sobre las industrias culturales hoy, haciendo uso de ejemplos que consideren pertinentes. Su realización es de carácter individual.

Material adicional

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